ENDOSCOPIA e HIPERTROFIA PROSTÁTICA BENIGNA
Constituye uno de los principales elementos diagnósticos y terapéuticos del urólogo. Históricamente la endoscopia urológica fue una de las primeras en desarrollarse, inicialmente como prueba diagnóstica y posteriormente como vía de abordaje para el tratamiento de la obstrucción urinaria, tanto del tracto urinario inferior (hipertrofia benigna de próstata, estenosis de uretra) como del tracto urinario superior (cateterismos ureterales, ureterorrenoscopias…) Es una técnica mínimamente invasiva que con el desarrollo de nuevos instrumentales (cistoscopios y ureterorrenoscopios flexibles, cámaras de alta definición) y diversas fuentes de energía (ultrasonido y láser) se ha convertido en una alternativa terapéutica eficaz y segura.
TRATAMIENTO DE LA HPB (Hipertrofia Prostática Benigna)
El objetivo del tratamiento de la HBP es aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de complicaciones. Las opciones terapeúticas son amplias e incluyen, desde la simple observación periódica, pasando por los tratamientos farmacológicos a las múltiples y variadas técnicas quirúrgicas. La elección de cada una de las opciones vendrá dada por varios aspectos, fundamentalmente la edad del paciente, la gravedad de los síntomas, el impacto en la calidad de vida y el tamaño prostático.
Actualmente disponemos de tratamientos médicos muy eficaces para mejorar los síntomas de los pacientes. Sin embargo, a pesar de ellos, en algunos casos se pueden producir complicaciones, tales como retención urinaria, litiasis vesical (formación de cálculos en la vejiga), infecciones urinarias de repetición, hematuria (presencia de sangre en la orina). En otros casos, los tratamientos médicos no satisfacen las expectativas del paciente. Tanto en unos como en otros tiene su indicación el tratamiento quirúrgico.
Los tratamientos quirúrgicos con mayor implantación son la resección transuretral de próstata (RTUP; procedimiento endoscópico) y la adenomectomía (en nuestro medio en su vía retropúbica –Millin-procedimiento de “cirugía abierta”). Ambos son muy efectivos, pero las complicaciones de los mismos, aunque con relativamente baja incidencia, todavía suponen un problema importante; especialmente el sangrado, la incontinencia urinaria, la disfunción eréctil y la estenosis de uretra.
En los últimos años se han desarrollado nuevos procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos que tratan de reproducir los buenos resultados de las técnicas tradicionales reduciendo significativamente las complicaciones.
La Unidad de HPB del Grupo Urológico Torrelodones-Madrid ofrece a sus pacientes todas las posibilidades en el manejo diagnóstico y terapéutico de dicho proceso. Cada caso se orienta según las características de la enfermedad y del enfermo.
Entre estas alternativas mínimamente invasivas disponemos del láser KTP (láser de luz verde) y laser de holmio.

LA UNIDAD DE PATOLOGÍA PROSTÁTICA DEL GUTM
Está capacitada y dotada para ofrecer a sus pacientes todas las posibilidades en el manejo diagnóstico y terapéutico de la patología prostática, dependiendo, como hemos señalado anteriormente, de las características de la enfermedad y del enfermo. En la cartera de servicios del GUTM ya están implementadas tanto la RTU bipolar como la fotovaporización prostática con láser XPS para próstatas cuyo tamaño no exceda de los 90-100 cc. Cuando el tamaño de la glándula sea superior a los 100 cc, con el abordaje endoscópico convencional o la fotovaporización, los resultados no van a ser satisfactorios y las posibilidades de complicaciones postoperatorias, tanto precoces (mayor tasa de sangrado, estancias más prolongadas, etc…) como tardías (estenosis de uretra, incontinencia…) son más frecuentes. Es por ello, que cuando la próstata excede de ese tamaño, clásicamente el abordaje ha sido la cirugía abierta, realizándose una adenomectomía abierta, ya sea transvesical (Freyer) o retropúbica (Millin). Con el desarrollo de nuevos láseres (Holmio, Tulio) y un mejor conocimiento de la anatomía del adenoma de próstata se ha desarrollado el abordaje endoscópico que permite reproducir, con un sangrado mucho menor por la coagulación que produce el laser y con ello, un menor tiempo de sonda y menor
estancia, la enucleación del adenoma, especialmente para próstatas cuyo tamaño esté entre los 100 y los 150 cc.
